Relacionado con las picaduras y mordeduras de insectos, sería interesante añadir algo de información a estas técnicas de primeros auxilios. Un problema que siempre nos encontramos cuando salimos a la naturaleza son las frecuentes heridas.
Cuando vayamos a prestar los primeros auxilios a un herido, siempre debemos tener en cuenta una serie de aspectos muy importantes, aún cuando en el socorrismo en sí no parezcan cosas muy importantes.
Lo primero pues, que debemos saber es la labor del explorador que está prestando los primeros auxilios. Como bien dice esta expresión, esa labor consiste en prestar los primeros cuidados a un accidentado o enfermo repentino en el mismo lugar dónde se encuentra hasta que se complete la asistencia por parte del personal sanitario especializado.
Por tanto, el explorador debe hacerlo de la siguiente manera:
1. Con tranquilidad.
2. Hacer aquello que está totalmente seguro que debe hacer.
3. Dominando la situación.
4. Evitar actuaciones intempestivas y sin control (estas solo conllevan un mayor riesgo para el afectado).
TIPOS DE HERIDAS SANGRANTES Y SU TRATAMIENTO
Las heridas se producen cuando una vena, arteria o vaso capilar se rompe a causa de un golpe, corte, rozamiento, etc. En las actividades de aire libre, especialmente en los campamentos, el explotador debe estar alerta, ya que es fácil que ocurran pequeños accidentes, produciéndose cortes, sabañones, heridas, etc., por tanto debe saber que estas heridas se pueden manifestar de tres formas distintas:
-Heridas externas: Estas son las que se ven por fuera, mediante rotura de la piel, de manera que la sangre sale al exterior.
-Heridas internas: Que son las que por rotura de vena o vaso capilar, la sangre no sale al exterior, sino que se esparce por el interior.
-Orificios naturales: Es cuando la sangre sale por la nariz, oídos, etc.
Conociendo pues estos tipos de heridas, el explorador debe saber cómo actuar en cada caso y según la gravedad que revista necesitará unos cuidados u otros.
TRATAMIENTO DE LAS HERIDAS
- Herida externa sin hemorragia: El problema a resolver será el de reducir el riesgo de infección, para lo que se seguirán los siguientes pasos:
1. Lavar la herida con agua y jabón, retirando con cuidado la suciedad y cuerpo extraños, tratando de no irritar más o desgarrar la herida.
2. Una vez lavada y limpia, aplicar agua oxigenada con un apósito (trozo de tela blanca esterilizada que viene en bolsitas, es decir, libre de gérmenes y bacterias).
3. Aplicar Betadine sobre la herida.
-Rasguños o arañazos: En este tipo de herida hay poca salida de sangre, ya que es muy superficial, no obstante puede haber arañazos más profundos que sí producirán mas sangre. Este tipo de herida se produce principalmente en las rodillas y manos al caer al suelo, lo que hace que se introduzcan frecuentemente en la piel pequeñas cantidades de suciedad. Si esto no se limpia y se extrae bien, no solo se puede infectar la herida, sino que ésta puede cicatrizar mal, quedando una marca permanente.
-Heridas incisas (cortes): Una herida incisa es un corte limpio. Este puede ocasionarse en los pies, por ejemplo, al andar descalzo y pisar unos cristales o en una mano al manejar una navaja o cuchillo. Este tipo de herida suele ser muy sangrante. Su tratamiento es similar al anterior, es decir, que hay que lavar muy bien la herida, aplicar el agua oxigenada, etc. En este caso, además, habrá de aplicarse una pequeña compresa para cortar el flujo de sangre. Cuando la unión de los bordes no termine de cerrarse o cuando hay hinchazón o enrojecimiento de la piel, o incluso mucha sensibilidad en la herida, esto es porque hay infección en la misma.
1. Lavar la zona en que se haya la astilla con agua y jabón.
2. Con la aguja, una vez esterilizada, desplazarla por debajo de la piel hasta localizar el extremo de la astilla, tratando de levantarla, para que con la ayuda de unas pinzas se pueda extraer..
-Heridas internas: Estas se producen por contusiones o magulladuras. Se producen cuando se rompe una venilla a consecuencia de un golpe o choque. Su tratamiento es muy simple.
1. Colocar compresas húmedas y frías en la zona afectada, para impedir que la sangre se extienda bajo la piel.
2. Hace que la zona afectada esté en reposo para hacer que disminuya el flujo interno de sangre.
3. A las 24 horas, aplicar calor mediante paños calientes.
-Magulladuras en los dedos: Estas son producidas por martillazos o golpes similares. Esta moradura se produce bajo las uñas, tornándose en una mancha negra. Son bastante dolorosas. Como resultado de ello, se puede perder la uña, aunque se puede evitar sacando la sangre inmediatamente después del golpe. Una vez que la sangre se seca en el interior y comienza a desprenderse la uña, no intentar arrancarla, ya que puede deformar la nueva uña que emerge.
-Orificios naturales: Esto es cuando la sangre fluye por las orejas, la nariz, etc. y se produce al romperse una venilla interior o un vaso capilar.
-Sangre por la nariz: Generalmente comienza de repente, aunque en la mayoría de los casos, el flujo no es muy abundante. En la mayoría de los casos siempre se presiona el labio superior con los dedos índice y pulgar, caponando los orificios de la nariz con gasa, se introduce ésta solo un poco en el interior dejando una parte de la misma fuera. A continuación de sienta al afectado tratando de que esté quieto, presionándole la nariz durante unos seis minutos, y dejándole la gasa puesta unas horas. La gasa que se le aplique puede estar impregnada con un poco de agua oxigenada.
-Hemorragia: Esta se produce cuando la herida presenta un gran flujo de sangre. En estos casos, se debe pedir ayuda a los monitores, para que estos actúen en consecuencia.
Cuando vayamos a prestar los primeros auxilios a un herido, siempre debemos tener en cuenta una serie de aspectos muy importantes, aún cuando en el socorrismo en sí no parezcan cosas muy importantes.
Lo primero pues, que debemos saber es la labor del explorador que está prestando los primeros auxilios. Como bien dice esta expresión, esa labor consiste en prestar los primeros cuidados a un accidentado o enfermo repentino en el mismo lugar dónde se encuentra hasta que se complete la asistencia por parte del personal sanitario especializado.
Por tanto, el explorador debe hacerlo de la siguiente manera:
1. Con tranquilidad.
2. Hacer aquello que está totalmente seguro que debe hacer.
3. Dominando la situación.
4. Evitar actuaciones intempestivas y sin control (estas solo conllevan un mayor riesgo para el afectado).
TIPOS DE HERIDAS SANGRANTES Y SU TRATAMIENTO
Las heridas se producen cuando una vena, arteria o vaso capilar se rompe a causa de un golpe, corte, rozamiento, etc. En las actividades de aire libre, especialmente en los campamentos, el explotador debe estar alerta, ya que es fácil que ocurran pequeños accidentes, produciéndose cortes, sabañones, heridas, etc., por tanto debe saber que estas heridas se pueden manifestar de tres formas distintas:
-Heridas externas: Estas son las que se ven por fuera, mediante rotura de la piel, de manera que la sangre sale al exterior.
-Heridas internas: Que son las que por rotura de vena o vaso capilar, la sangre no sale al exterior, sino que se esparce por el interior.
-Orificios naturales: Es cuando la sangre sale por la nariz, oídos, etc.
Conociendo pues estos tipos de heridas, el explorador debe saber cómo actuar en cada caso y según la gravedad que revista necesitará unos cuidados u otros.
TRATAMIENTO DE LAS HERIDAS
- Herida externa sin hemorragia: El problema a resolver será el de reducir el riesgo de infección, para lo que se seguirán los siguientes pasos:
1. Lavar la herida con agua y jabón, retirando con cuidado la suciedad y cuerpo extraños, tratando de no irritar más o desgarrar la herida.
2. Una vez lavada y limpia, aplicar agua oxigenada con un apósito (trozo de tela blanca esterilizada que viene en bolsitas, es decir, libre de gérmenes y bacterias).
3. Aplicar Betadine sobre la herida.
-Rasguños o arañazos: En este tipo de herida hay poca salida de sangre, ya que es muy superficial, no obstante puede haber arañazos más profundos que sí producirán mas sangre. Este tipo de herida se produce principalmente en las rodillas y manos al caer al suelo, lo que hace que se introduzcan frecuentemente en la piel pequeñas cantidades de suciedad. Si esto no se limpia y se extrae bien, no solo se puede infectar la herida, sino que ésta puede cicatrizar mal, quedando una marca permanente.
-Heridas incisas (cortes): Una herida incisa es un corte limpio. Este puede ocasionarse en los pies, por ejemplo, al andar descalzo y pisar unos cristales o en una mano al manejar una navaja o cuchillo. Este tipo de herida suele ser muy sangrante. Su tratamiento es similar al anterior, es decir, que hay que lavar muy bien la herida, aplicar el agua oxigenada, etc. En este caso, además, habrá de aplicarse una pequeña compresa para cortar el flujo de sangre. Cuando la unión de los bordes no termine de cerrarse o cuando hay hinchazón o enrojecimiento de la piel, o incluso mucha sensibilidad en la herida, esto es porque hay infección en la misma.
1. Lavar la zona en que se haya la astilla con agua y jabón.
2. Con la aguja, una vez esterilizada, desplazarla por debajo de la piel hasta localizar el extremo de la astilla, tratando de levantarla, para que con la ayuda de unas pinzas se pueda extraer..
-Heridas internas: Estas se producen por contusiones o magulladuras. Se producen cuando se rompe una venilla a consecuencia de un golpe o choque. Su tratamiento es muy simple.
1. Colocar compresas húmedas y frías en la zona afectada, para impedir que la sangre se extienda bajo la piel.
2. Hace que la zona afectada esté en reposo para hacer que disminuya el flujo interno de sangre.
3. A las 24 horas, aplicar calor mediante paños calientes.
-Magulladuras en los dedos: Estas son producidas por martillazos o golpes similares. Esta moradura se produce bajo las uñas, tornándose en una mancha negra. Son bastante dolorosas. Como resultado de ello, se puede perder la uña, aunque se puede evitar sacando la sangre inmediatamente después del golpe. Una vez que la sangre se seca en el interior y comienza a desprenderse la uña, no intentar arrancarla, ya que puede deformar la nueva uña que emerge.
-Orificios naturales: Esto es cuando la sangre fluye por las orejas, la nariz, etc. y se produce al romperse una venilla interior o un vaso capilar.
-Sangre por la nariz: Generalmente comienza de repente, aunque en la mayoría de los casos, el flujo no es muy abundante. En la mayoría de los casos siempre se presiona el labio superior con los dedos índice y pulgar, caponando los orificios de la nariz con gasa, se introduce ésta solo un poco en el interior dejando una parte de la misma fuera. A continuación de sienta al afectado tratando de que esté quieto, presionándole la nariz durante unos seis minutos, y dejándole la gasa puesta unas horas. La gasa que se le aplique puede estar impregnada con un poco de agua oxigenada.
-Hemorragia: Esta se produce cuando la herida presenta un gran flujo de sangre. En estos casos, se debe pedir ayuda a los monitores, para que estos actúen en consecuencia.
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